Esta mañana me llamó la directora de la escuela, para hablarme del asunto de la graduación, y a la vez ofrecerme empleo: dando clases de francés en la escuela, porque ya no aguanta al profesor que tiene. Yo ya había dado clases de francés durante dos meses en la escuela, cuando estaba en tercero, hasta que llegó el profesor actual. Entonces fui vilmente despedida, jaja, bromeo. Le digo que sólo tengo disponible las tardes, porque en la mañana trabajaría en el maternal de mi amiga. Dice que me necesita las dos tandas y para hacerlo más tentador, comenta que son 4000 pesos que mi amiga no va a pagarme. (Si, y también más trabajo y explotación, pienso en mi interior).

Se lo comenté a mi mamá. Luego a mi hermana. Resulta que soy yo la que decide, han dicho ambas. Oh, por Dios, si, soy yo la que decide ahora! Y a mi me daba vergüenza con mi amiga recharzarle la oferta de trabajo, pero también a la directora le sabría muy mal que rechazara la suya. Mi mamá y mi hermana han dicho que mi amiga lo comprenderá y que de ser ella, haría lo mismo, pues es más dinero y yo lo necesito. Pero hay otras consideraciones, que pienso plantearle a la directora cuando hable con ella el jueves, y es que el trabajo sólo sería hasta enero, lo cual no le conviene, y que si ella consigue a otro u otra maestra de francés antes de enero, entonces yo me quedaría en el aire. Etc.

En fin, que hablando se entiende la gente. Lo que tengo que tener claro es: no tomar la decisión influida por el afán de dinero, tampoco por como se han de sentir ellas si las rechazo, y no sintiéndome comprometida más que conmigo misma. Hasta aquí, por ahora.

(ah, ayer fue el viaje a la playa con mi grupo de amigos. Fue horrible. Punto y final)