MALAYERBA... blog errático, por demás
jueves, 5. septiembre 2002
lhda
23:49h
Mi mamá me ha regalado un reloj. Yo que soy obsesiva con los horarios y la puntualidad, tenía sin embargo 3 años sin reloj. Mi último reloj se le acabaron las pilas y me daba pereza ir a comprarlas. -Ay, mami, que bueno que me compraste un reloj (es mi forma de dar las gracias). A los pocos minutos, mientras busco en las fundas, dice que también me compró unos tennis muy bonitos, que ojalá me gusten. (Este ojalá impone, es una condición). -Te gustan? De inmediato, explosión. Mi mamá estalla en una crisis de llanto. Ay, mi hija se me va -solloza. Dice que voy a pasar mucho trabajo, entre otras cosas. Me da risa y le paso la mano, tratando de tranquilizarla. De pronto me sentí culpable, por mis ganas de irme de aquí, de pueblo y de la casa. Pero es lo natural. Sospecho que mi mamá está particularmente sensible por todo esto. ... Link
lhda
21:17h
Es curioso. Hace unas horas decía: me quiero morir, o que vida mas terrible, y cosas por estilo. Hace unos minutos un amigo me dice que tiene ganas del suicidio y yo me encolerizo, y digo "Que idea mas absurda!, siempre quieres la salida más fácil..." y le expongo mis tesis sobre la felicidad, el sufrimiento, que la vida esto, la vida aquello, tratando de convencerlo. Y hasta le digo que debería apreciar más lo que la vida tiene para ofrecerle... Acaso soy una hipócrita? No creo. Tampoco es que crea que tengo los sufrimientos más grandes del mundo, los de los demás no se comparan a los míos, nada de eso. Es que tengo una cualidad que me impulsa a darle ánimos a los amigos en sus peores momentos, aun cuando yo esté atravesando por algo similar. Simplemente me olvido de mí, de mis ideas pesimistas. Soy muy buena dando ánimos... a los otros, a mí no. No soporto que un amigo esté deprimido, no, les digo, la vida es maravillosa, las cosas siempre mejoran, ya verás como todo se arregla. No soy una hipócrita, no. Mientras les digo eso, voy convenciéndome a mí misma. Lo digo porque lo creo, aunque en mis peores momentos lo olvide, como suele pasar. Un día entré a la dirección de la escuela a solicitarle algo a la secretaria. En eso llega el profesor de música. Hola, Paisito, como está? -dice la secretaria. Me hizo mucha gracia, pero a la vez me llamó la atención, porque es cierto. Por lo regular la gente si te ve deprimida, te sale huyendo para que no se le pegue. Es normal, a nadie le agrada ese estado. No obstante, yo tengo una fuerza de atracción para los amigos deprimidos, y lejos de repelerlos, tengo las mejores palabras para infundirles ánimo. Lo cual provoca que sólo me busquen cuando se sienten mal, por cierto. Pero esa ya es otra historia. Abriré una línea 1-976- personas deprimidas en busca de ánimo y buenos deseos. 75 pesos por minuto. Creo que sería un buen negocio, es algo que se me da muy bien, a mí, que todo me sale mal últimamente! ... Link
lhda
03:45h
Nueve meses fueron suficientes para darme cuenta de que este, el que creí sería mi año, ha sido mi peor año. Atención todos: acaba de abrir sus puertas el club de los fracasados, aquellos a los que todo le ha estado saliendo mal durante el transcurso del año. Presidenta: Yo, LHDA. Estoy triste y trato de manejarlo con ironía. No me gusta la sensiblería y aunque sea dura conmigo misma, que más da. Es la forma que tengo de manejar mi tristeza. Ayer fue un día horrible. Todo indicaba que el pronóstico del tiempo sorprendentemente había cambiado, no obstante, fue suficiente con salir a la calle a repartir cartas con dos compañeras de escuela, cual de las dos mas ineptas, del tipo de gente que ni lava ni presta la batea. Al llegar a casa, me tiendo sobre la cama de mi mamá a leer una revista, cuando de pronto, entra mi gata. Al voltear, me encuentro con un espectáculo horrible, mi gata convulsionaba, no podía tragar, tenía la boca llena de baba espumosa y una actitud agresiva. De inmediato me dí cuenta: tenía rabia. Me asusté mucho y llamé a mi mamá, dijo que tratara de acorralar a la gata y buscara a alguien. Ella vendría con el inspector de sanidad. Bueno, mando a buscar a un vecino, la gata se subió en la cama donde dormía mi abuela con mi hermana y yo trataba de manejar la situación de modo que no hubiera ningún accidente, además que los otros dos gatos la merodeaban. Llegó el vecino con un señor, muy miedoso, que no pasaba de la puerta. Hizo un comentario que me dio rabia a mí, y le contesté mal. Se iba. Al poco rato me entero de que ese señor muerto de miedo, era el inspector de sanidad! Entra mi mamá con el, me insulta, me manda al cuarto. No veo cuando atrapan a la gata y cercenan su cabeza. Lloré todo el día y fue más mi desesperación cuando oí decir a mi mamá que tal vez habría que sacrificar a los demás gatos. Y a los tres gatitos que hace un mes parió la gata. Luego llamamos a mi papá y el dijo que no era necesario, pero que los mantuviéramos en observación. Me sentí muy culpable. Hace poco más de un mes hubo una campaña de vacunación antirrabia, y no llevé a los gatos, sólo al perro, porque me pareció demasiada dificultad trasladar una gata preñada y dos gatos más dentro de un saco, para vacunarlos. Me dije, a ellos no les dará rabia. Y mira no más. ... Link |
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