Bien, lunes por la mañana. Héme aquí: Sola, desempleada, aburrida, mis amigos me han abandonado, sin novio, sin ningún correo que me alegre el día, etc. Sí, estoy exagerando y llevando mi situación al extremo, pero lo cierto es que el pronóstico para la primera semana de septiembre no se presenta muy alentador. Amenazan aguaceros dispersos con descargas eléctricas. Algún tornado? No, ninguno. La semana pasada me encontraba con ofertas de trabajo, amigos y un enamorado y esta semana la empiezo con las manos vacías. Paciencia. La vida es un ir y venir. Llenarse, vaciarse. Trato de tomarlo con calma pero necesito respuestas. Bien, digamos que floto, levito sobre Monte Plata. Cuando las placas tectónicas que conforman el territorio montañoso de esta población encuentre su lugar y se estabilice, cuando sean donde he de colocarme, en cual lugar de este tablero gigante, avísenme por favor, llamando al número 1-976- Mujer desesperada por hallar respuestas - Empleo- un email en especial - su lugar en el mundo- un largo etc insertado en esta frase. Claro, claro. Por ahora sólo divago. A punto estan de dispararse mis nervios. Hoy se han reiniciado las clases en la escuela. Pero ya salí de la escuela. Hoy inician las charlas en la universidad. Pero yo no estoy en la universidad. No estoy en ningún sitio. Estoy flotaaaaando.

-Jaimeeee!
-Sí, señora...
-Tráigame mis pastillitas rosadas.
-Usted no toma pastillas.
-Ah, no? (Ya hasta las pastillas me niega la vida!). No importa, tráigalas.