Ayer me tocó tomar los exámenes de admisión en la universidad. Fue algo muy loco, en lengua española duré 45 minutos, sobre todo por la parte en que me tocaba redactar algún suceso que me haya bajado los ánimos y descubrí que he sido una individua extremadamente feliz toda la vida: no sabía que poner, así que tuve que inventármelo. Matemáticas, que era mi terror, ay, matemáticas: fui la primera en entregar el exámen, lo llené en 15 minutos, y fue el más fácil que haya visto jamás (por Dios!). Y luego, el test ese de lógica o lo que sea, en el cual estaba de lo más confiada por el ejemplo que me dio mi amigo sobre lo que saldría, "que es una manzana? una fruta, un objeto, un animal...". 30 minutos para llenar 75 preguntas de intrincado ánalisis. Sólo pude llenar 65 y sé que todas las que eran calculando números están mal. O sea, que si por mano del diablo no llegara a entrar a la universidad, ha de ser por ilógica. No sé, creo que me fue muy bien y que sí entro, al menos eso espero.

Iba yo en el carro de una amiga de mi hermana que es médico, tomé su estetoscopio para auscultar mi corazón e hice un terrible descubrimiento: no tengo corazón. Al menos no late, no da muestras de estar ahí. Ahora me explico muchas cosas...

Y para concluir este post: mi hermana me dio la noticia de que en los próximos días va a retirar el servicio telefónico y por tanto la conexión a internet. Así que cualquier día de estos me despido y tal como los marineros, no daré una fecha precisa para mi regreso. Pero sí que habrá un regreso, de eso no me cabe duda :S