Lo que iba a decir y no dije de Henry Miller, es que amanecí recordando aquel pasaje del libro en el que hablaba de lo terrible de estar enamorado. Miller dice que el amor te enseña a vivir una mentira: a sonreír cuando no tienes ganas, a realizar el trabajo aunque no crees en ello, y lo peor, que cuando ya no estás enamorado, conservas esa costumbre.

Yo creo que Henry Miller tiene razón. Aunque sigo enamorada, reconozco que es ese sentimiento el que me mantiene a flote. Que por el sigo yendo a la universidad aunque no tenga ganas, y al trabajo aunque a veces lo deteste. Para mí todo está bien, y cuando no, considérese hormonal y listo. Todo podrá ser mentira, pero es una mentira dulce y te ayuda a sobrevivir.

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Respecto al post anterior:

Artec, a veces pierdo mi tiempo e imagino de dónde procederán los apellidos. Por ejemplo esos que son colores, o nombre de árboles o de frutas. Por alguna razón relaciono a la mayoría con la época de la esclavitud, es algo loco. O bien pienso que el mío viene de un antepasado muy, muy remoto, al que le gustaba mucho leer. Un saludo,

LHDA