MALAYERBA... blog errático, por demás
viernes, 20. septiembre 2002
La venganza está en un jean
lhda
18:40h
Lo tengo decidido. Voy a graduarme con unos pantalones jeans y una blusa. Ya se lo he contado a algunos amigos, quienes se espantan de sólo imaginarlo. Por Dios! Grandísima tontería. No obstante, para un pueblo como este, en que una graduación representa, a ver, que representa, mmm, es un acto de mucha solemnidad, graduarse con un jean es una rebeldía. En efecto, lo es. Es romper con la tradición de estúpidos y fastuosos vestidos, el maquillaje y el figurero. Ah, que vida más sosa. Ya había comprado el vestido y todo, sólo que no me siento bien en vestido. Lo que más lamento es que por la toga, casi nadie podrá apreciar mis galas, pero bueno, tampoco podré apreciar la de ellos. Llego en un motor, y frente a la puerta de la iglesia, cuando todos entran con la cara muy seria, nerviosos, felices, bocas con un escadaloso pintalabios rojo, moños y peinados sostenidos previamente con un frasco de fijador, saco de la funda mi toga y mi virrete, justo antes de ponérmelo, la profesora Isalda: LHDA, ya va a empezar la ceremonia, y no te has cambiado! -No, profe, es así como vengo. Le da un ataque, o algo por el estilo. Si todo ocurriera de esa forma, seria muy chistoso y lo recordaría con cariño. Vengo amenazando con esa ocurrencia desde antes de terminar el bachiller, y ya habían quienes se lo esperaban. Y bueno, ahí está. He de hacerlo. Ahora voy a esbozar una sonrisa maquiavélica. Jejeje. ... Link
lhda
07:29h
Nunca he tenido la oportunidad de visitar una galería de arte y ver lo que allí se expone, apenas he visto programas en los que hacen interpretaciones de las pinturas. Eso me parece tan maravilloso. Disfruto ver fotografías, a blanco y negro sobre todo, e intentar interpretarlas. Hay cierta cosa delicada, más sensibilidad, que sé yo. Un día leí un relato de Vladimir Nabokov, ahora no recuerdo el título, ni siquiera recuerdo bien el argumento. Pero un individuo se paraba frente a un cuadro y se pronto se introducía en el, vivía esa escena que recreaba el cuadro. Luego, no sé porque, era lanzado, o bien amanecía tirado en el patio, bajo su ventana, y todo parecía haber sido un sueño, pero en sus manos conservaba un limón que pertenecía al cuadro. Era algo así. Qué tal si hoy yo, de impertinente, le regalara una pintura? Es una pintura gris, blanca y negra, con muchas sombras. Usted se para frente a ella, pero no frente a frente, en una posición más desde la esquina. Y observa. Es una casa, lo que ve, es a un conjunto de individuos, en diferentes posiciones, diferentes habitaciones. Quizás no pueda verle el rostro, pero si logra ver en su interior, no sólo las paredes se hacen transparentes para que usted vea sino también su carne. Lo que ve es triste. Están tan solos, sintiéndose tan miserables. A lo mejor pueda ver a alguno escapársele unas lágrimas. A otro gritar. Otro dormirse con las ganas de hacerlo. También es capaz de ver las ausencias, brillantes, en algún lado de la casa. Ninguno de esos individuos es feliz. Viven inmersos en su afán de vida, sus ocupaciones, alguna que otra vez tienen un desahogo, pero en el aire sólo es posible respirar eso: infelicidad. Título de esa pintura: Mi casa. ... Link |
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ultima actualizacion: 6/9/05 15:15 Youre not logged in ... Login
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